Si le acosa, "¿por qué no cambia usted de teléfono?"
La última víctima del machismo soportó todo un interrogatorio antes de morir
Un día antes de morir asesinada, Gabriela Toledo se presentó ante la Guardia Civil para contarles el último episodio de su infierno. Les dijo que René se había saltado la orden de alejamiento y había ido a buscarla al restaurante donde trabaja de camarera; declaró que la agarró fuertemente del brazo y la arrastró hasta el coche. Pagó una habitación de un hostal y consumó la humillación. Después la dejó en su casa.
Pero a la Guardia Civil parecen faltarle datos y le somete a todo un interrogatorio, que pone en aprietos a la muchacha. Ella no quiere reconocer las muchas veces que René ha estado a su lado a pesar de tenerlo prohibido sin que ella lo denunciara. Por eso les dice que él le promete por teléfono que va a cambiar y le pide que lo perdone. "¿Por qué no cambia de teléfono?", le pregunta el agente. "No sabía que se podía", dice ella. Y añade que es el número en el que la localizan en el trabajo.
4 comentarios:
... y si es incapaz de proteger a las víctimas, por qué no cambia usted de trabajo?
Igual que un profesional sanitario o el hospital en el que trabaja se enfrenta a pleitos o a multas por mala praxis, creo que ya es hora de que ocurra lo mismo con los cuerpos de seguridad del estado. El hecho de que les falte formación no me parece justificación para que quede impune otra muerte más de una mujer que ha denunciado reiteradamente majos tratos.
Primero, porque los cuerpos de seguridad ya deberían de haberse puesto las pilas formándose sobre atenció y protección específica de violencia machista... Segundo porque, si no saben cómo actuar, hay muchas asociaciones especializadas con las que se pueden poner en contacto en vez de jugar a los prejuicios y a las interpretaciones viciadas.
Ya está bien!
Me parece muy interesante lo que dices, Itziar. No lo había pensado.
Berandu xamar nator erreportaje hau komentatzera... Ez dut zalantzan jartzen segurtasun indarrei trebakuntza falta zaienik, baina nik ere borondatea falta zaiela erantsiko nuke. Duela urte batzuk, poliziek barre egiten zuten emakume bat komisaldegira joaten zenean tratu txarrak salatzera. Badago faktore esanguratsu bat hor: polizia gehienak gizonezkoak dira, eta asko matxistak izango dira edo, guxtienez, ez dute genero ikuspegirik izango. Nabarmena da erreportajeko emakumearekin lan egin zuen poliziak emakumeari berari egozten dizkiola tratu txarrak, horiek ekiditeko zerbait egin dezakeelakoan. Nola ausartuko dira emakumeak salaketak jartzen, salaketa horiek jasotzen dutenek errua leporatzen badiete eta serio hartzen ez badute?
Publicar un comentario