Me ha encantado el reportaje publicado en Público sobre el sexismo que inunda la publicidad sobre juguetes, evidenciando que incluso los grandes almacenes dividen su sección de juguetes por sexos. Pastel a las niñas y colores de guerra para los niños.
La siguiente frase me parece brillante: "La realidad avanza más que la reproducción que se hace de ella a través de los juguetes; veo a más hombres con carritos de bebés que a niños jugando a ser padres". Efectivamente, ¿cuándo se van a enterar publicitas y las casas de juguetes de que lo que proponen a las criaturas hace décadas que no se corresponde con la realidad?
En la imagen, una campaña de Max Center muy criticada desde los movimientos feministas y queer por reproducir roles sexistas.
¿Es humillante jugar a las cocinitas?
Las campañas sexistas para adultos generan más rechazo que las de juguetes, pese a dañar la educación en igualdad
OLIVIA CARBALLAR - SEVILLA - 15/11/2009
El mundo y el Gobierno español se echó las manos a la cabeza cuando Dolce & Gabbana presentó como reclamo publicitario a un hombre sujetando a una mujer ante la mirada de varios chicos. Imagen denigrante, humillante, agresiva, que reduce a la mujer a un objeto sexual, vulnera los derechos humanos, inadmisible... Fueron algunos de los adjetivos que llevaron finalmente a los diseñadores a retirar el anuncio no sólo en España, a cuyos gobernantes calificaron de "carcas", sino en todo el mundo.
Pero cada Navidad, los catálogos, las tiendas, la televisión... bombardean con anuncios en los que las niñas juegan a las cocinitas, a cuidar de sus bebés y a ser enfermeras con minifaldas, y el mundo y el Gobierno, pese a ser la publicidad más denunciada por sexista e incidir negativamente en la educación del menor, o no se escandaliza o no actúa con la misma diligencia que en las campañas para adultos.
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